La guadaña



Presentá, entrometida,

llega sin avisar, sin llamar;

y a veces pasa sin ser vista.

Y a veces se ve sin pasar.

Otras se hace de rogar.

Se sienta a la mesa y espera

la mejor oportunidad para atacar.

Huye sin dejar rastro ni huella.

Tan franca y tan fea como una camella;

indiferente, sin clase, sin oficio y sin edad,

no perdona ni da tregua ná…

Esa condená…

Nadie cree que todo acaba con ella

Aguajera no más...

Comentarios

Entradas populares