89 días y 20 horas de otoño




Al despertar abrí mi ventana y vi una flor llena de sol.
Tal vez la flor fue primero, quiero volver a la flor y a las hierbas tiernas,al primer rayito de sol.

Si lo más que hay es gente, sitios, cosas; que me olviden, que me borren, no importa, siempre hay otros caminos: mil moradas tiene el señor. Si la vida es un ciclo y todo vuelve a su lugar, ¿para que molestarse? Premios es lo más que hay, gente, caminos y amigos de los amigos, y un millón de destinos y estrellas…

Adiós otoño. Hasta la pasión y el deseo más ardiente agonizan.

Todo se desvanece.

Cierro puertas, abro puertas...

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