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El mayor de los premios


Mi madre al fin se ha ganado el mejor de los premios: ir al cielo. Ella fue, es y será la mejor mamá del mundo porque aunque les parezca irónico nunca me dijo que no me mojara, ni que me comiera los vegetales, mucho menos que me abrigara y tampoco me dijo que no hablara con la boca llena. Solamente me dio el pan de cada día como mejor pudo, sus miradas llenas de ternura, mi primera sonrisa y mi primer beso con los cuales he construido una vida en libertad y amor. Mi madre fue, es y siempre será una heroína porque sobrevivió al abuso de mi padre alcohólico, a la pobreza y a la ignorancia. Su nombre es Gloria María y eso dice bastante para tener una estrella en el universo.


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Poema a una mujer hermosa

Hermosa  mujer, si aceptaras ser mi amor tendrías cada día mi mirada, mil y una caricias de noche y mi presencia sería tu almohada. Siempre estarán contigo mi tacto, mi alegría, mis abrazos, mis palabras, mis besos y mi sexo. Mi romance solo serías tú, y te haré sentir diosa,  llevarte a las estrellas; serías mujer, no un cuerpo; un corazón, un sentimiento; te admiraré todos los días y te conquistaría en cada momento hasta la profundo. Serías mi todo, mi mundo, no un mero rostro; mi misterio no resuelto, mi universo. Te llenaría de sonrisas el vientre y tendrías todo mi afecto, mi respeto, mi dulzura, y todo mi amor por siempre, con anverso y sin reverso… Mas si de tus labios solo fluye silencio y al mirarme en tus ojos no me hayo eso no importa, me iré contento pues  como quiera yo te amo...

CON MIS CINCO SENTIDOS Y MÁS

que delicia ver y verme en tus ojos y si me los arráncasen que hermoso escuchar la música de tu voz y si sordo me quedara que maravilla poder besar tus labios y si no pudiera  que sensacional poder tocar tu piel y si me lo prohíbieras que rico oler tu aroma y si de nada pudiera qué divino imaginarte y poderte amar mujer

Necesito una mujer

QUIERO una  mujer que me goce, necesito una mujer que me devore, que se coma mi corazón a pedacitos y luego los escupa lentamente entre las flores; como si fueran  semillitas de granada; que me trague la esencia y me lleve al éxtasis; y que  de mi haga lo que se le antoje cuando estemos en la cama; que me arañe la espalda y me muerda la boca… que con mi piel y mi sangre amase el pan de mi amor migaja  a migaja  y gota a gota... Solo  entonces podré al fin volar...