Mi buen amigo
Que el frío del rechazo no te queme , que el sol del éxíto no te deslumbre; que toques tierra firme si estás en una nube, y que tengas siempre el pie en el zapato, el zapato en la cobija y la cobija encendida.
Y que tus éxtasis de amor te duren muy largo; que rías con gozo y duermas como un tronco. Y cuando la parca te llame, que te vayas viejo, en una cama, lleno de paz, junto a tus queridos, sin dolor y lo más rápido posible… Sería fantástico, ¿verdad?
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Un abrazo amigo.