Uno de mis poemas más antiguos, dedicado a Julie, mi esposa.
Me gusta mirarte de lejos...
Mujer virtuosa, me encanta mirarte a distancia; verte de lejos, sin que tú lo notes,
así como se observa a una estrella, o a una flor del jardín por la ventana.
Me gusta verte, admirarte de lejos, en perspectiva, como se contempla a una bella obra de arte, o a una muñeca de porcelana.
Y mientras te miro, sin que tú lo sepas me sonrío al ver la nena que hay en ti con aire de mujer sofisticada.
Me fascina mirarte de lejos y ver como te concentras en tus tareas, en tus pequeñas cosas y se desprende de ti como una magia de rosas.
Sí, me enloquece observarte cuando se dibuja en tu cara una sonrisa de luna menguante.
Sí, me gusta mirarte sin que tú lo notes y sentirte tan transparente y clara como un diamante azul en la noche oscura de mi alma errante...
¡Ay, limón con tequila!
¡Ay, tequila y limón!
¡Qué bella es la vida, que viva el amor!
©2007Héctor Luis Rivero López
Comentarios
Besos para ambos.